KMRU & AHO SSAN EL 17 DE MARZO EN CONDE DUQUE

EN EL CICLO SOUNDSET SERIES DEL CENTRO DE CULTURA CONTEMPORÁNEA CONDE DUQUE

El artista sonoro Joseph Kamaru (también conocido como KMRU) y el alquimista digital francés Niamké Désiré (también conocido como Aho Ssan) son los responsables de algunos de los mejores discos de electrónica de los últimos años. 

Nacido en Nairobi, Kenia, y actualmente afincado en Berlín, KMRU es un joven artista sonoro y productor que en poco tiempo ha conseguido forjarse un lugar único dentro de la escena electrónica de vanguardia . Mientras en la música de  KMRU reina la calma,  en la de Aho Ssan prende el caos, no en vano le han comparado en numerosas ocasiones con Ben Frost . Aunque abordan el sonido desde diferentes enfoques, ambos artistas se han convertido en nuevos núcleos vitales dentro de la tradición de la música radical negra, combinando el talento compositivo virtuoso con la experimentación tecnológica exploratoria y actualmente forman parte de la renovación generacional de la escena ambient y noise.

El dúo ya había estado trabajando juntos, pero fue a través de una propuesta del Festival berlin Atonal  cuando comenzó a gestarse el proyecto conjunto. Inicialmente, buscaron conexiones temáticas dentro de sus prácticas individuales que pudieran hacer coincidir los paisajes sonoros meditativos de KMRU con el expresionismo cyberpunk de Désiré; El resultado fue ‘Resurgence’, una intensa reflexión sobre el post-apocalipsis, inspirada en Akira de Katsuhiro Otomo, que ve a los colaboradores llevar cada uno de sus sonidos al rojo vivo. Un año más tarde, salió al mercado su aclamado disco “Limen” editado por el prestigioso sello “Subtext”.  Ambos artistas estaban interesados en experimentar con el volumen, la complejidad armónica y el aspecto fisico del sonido.  Es un álbum que trabaja con la dualidad del maximalismo post- industrial de Emptyset y la belleza emocional de Tim Hecker o el propio KMRU.

“Resurgence” , “Rebirth” and “Ruined Abstractions” son los títulos de los tres temas del disco que son una clara referencia a “Akira”, el ave Fénix inmortal que renace de sus cenizas.



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